Cómo superar la aerofobia

Cómo combatir y hacer frente a la depresión post viaje

Se acabaron las vacaciones, y te empieza a invadir una desagradable sensación de vacío que no puedes ni sabes cómo llenar. La situación se agrava si además de acabarse tu viaje has empezado a trabajar, y en lo único que piensas es en cuándo será su próximo viaje y en mirar vuelos a Maztalán. Lo que te pasa es que tienes depresión post viaje, un problema bastante habitual cuando se acaba un viaje de esos que son una experiencia inolvidable, pero por suerte tenemos las claves para combatirla.

Síntomas de la depresión post viaje

Lo primero de todo será identificar los síntomas de la depresión post viaje para no confundirla con un problema de otro tipo. Por una parte, te puedes sentir somnoliento o fatigado, sin hambre y sufrir dolores musculares. En el apartado emocional vemos que estamos tristes, nerviosos o algo irritables mientras que el desánimo y la pérdida de motivación por lo que hacemos provoca un descenso del rendimiento laboral o académico fruto de ese agotamiento físico y de la dificultad para centrar nuestra atención.

Cómo evitar la depresión post viaje

Elige bien las fechas de tu viaje

La planificación y adaptación al día a día es clave para combatir la depresión post viaje. Por eso, a la hora de reservar vuelos y planificar los días de vacaciones hay que dejar un margen de 3 o 4 días entre el fin del viaje y el regreso al trabajo. Aterrizar el domingo por la noche y volver al trabajo el lunes por la mañana no es una buena idea, aunque te parezca que así aprovechas mejor las vacaciones. Siempre viene bien tener esos días para volver a acostumbrarte al clima, los horarios o el ritmo de tu ciudad.


Además, si tienes estos días también puedes recuperarte del viaje y mentalizarte para la vuelta a la rutina. Quieras o no, viajar cansa y volver directamente al trabajo o a clase hará que sientas un mayor cansancio, uno de los primeros síntomas de la depresión post viaje. Tampoco hay que gastar todos los días libres en las vacaciones, si es posible guárdate 4 o 5 días de forma que puedas hacer una escapada si los unes a un fin de semana o un puente. Así, el año no es tan pesado y siempre tienes la motivación de un nuevo viaje en perspectiva.

Afronta con ganas la vuelta al trabajo

Una vez pasados estos días de vuelta a la realidad, la forma en la que plantees tu regreso al trabajo influye en hacerlo más o menos traumático. Durante tus vacaciones es fácil que se hayan acumulado correos electrónicos, pedidos, consultas, peticiones, etc., además de alguna tarea pendiente. Hay gente que vuelve ultramotivada y empieza con lo más pesado o desagradable, y ahí aparece la depresión post viaje. Empezaremos ocupándonos de las tareas más simples o que más nos gusten, y ya tendremos tiempo para afrontar las más duras.

De esta forma, completamos un regreso progresivo al trabajo, aumentando poco a poco la carga. El primer día te puedes dedicar a responder correos electrónicos, a organizar tus asuntos y preparar los días que vienen por delante. Igual que nos hemos tenido que volver a adaptar a nuestra ciudad, hay que readaptarse al ritmo de trabajo, y este no es un proceso que podamos hacer en un día.

Por último, deberías plantearte si la depresión post viaje no es fruto de un empleo que no cubre tus expectativas. Muchas veces, el regreso a un puesto de trabajo que no nos satisface es el factor desencadenante de esta depresión post viaje. Llega el momento de preguntarnos si somos felices en nuestro puesto de trabajo o de si es la hora de cerrar esa etapa en nuestra vida y buscar un empleo que nos llene o tratar de establecernos por nuestra cuenta con un proyecto propio.

Share this post

Comments

comments