Aceite de árbol de té para la piel

Cómo utilizar el aceite de árbol de té para el cuidado de tu piel

El aceite de árbol de té es conocido como el aceite de la vida y de los mil remedios debido a la gran cantidad de usos que le podemos dar. Sin ir más lejos, nos encontramos con la posibilidad de utilizarlo para combatir a los piojos o al pelo graso, los vahos que nos ayudarán a superar un resfriado o la tos, e incluso lo podemos utilizar en caso de dolores musculares o para limpiar la casa y el cubo de la basura, por su poder desinfectante. Pero si por algo destaca el aceite de árbol de té es por sus muchos usos para solucionar los problemas de la piel.

El aceite de árbol de té y la piel

Como hemos dicho, el aceite de árbol de té es un remedio eficaz para multitud de problemas cutáneos. Vamos a ver los más destacados:

El acné

Entre los usos del aceite de árbol de té se encuentra el tratamiento del acné: puedes empapar un bastoncillo de algodón en aceite de árbol de té y pasarlo directamente sobre el grano o el acné unas 3 veces al día. Otra opción es diluir durante 10 minutos unas 8 o 10 gotas de aceite en una olla de agua caliente y luego limpiar los poros con ese vapor.

Herpes labial

También utilizaremos un bastoncillo mojado en este aceite cuando nos aparezca un herpes labial, pasándolo varias veces al día hasta la desaparición del herpes. El procedimiento es el mismo que para el acné.

Heridas y cortes


Por otro lado, puedes aplicar directamente el aceite de árbol de té sobre cortes y heridas, o diluido en un aceite base cuando haya costra. Los aceites base, como el de jojoba o el de almendra, también nos ayudarán en caso de padecer problemas como la psoriasis o la dermatitis, e incluso para las reacciones alérgicas que se hagan sentir en nuestra piel. Si es el caso, puedes diluir 10 gotas de aceite de té en el aceite base y aplicar la solución sobre la zona afectada por la reacción alérgica unas tres veces al día. Lo mismo puedes hacer después de afeitarte o depilarte, cuando nos masajearemos la zona con esa mezcla.

Quemaduras solares

Un problema que se da con cierta frecuencia, especialmente en los meses de verano, son las quemaduras solares. Una buena solución es diluir en una cucharada de aceite de coco una gota de aceite esencial de árbol de té y otra de aceite de lavanda, y masajear la zona quemada con suavidad. Para otro tipo de quemaduras podemos aplicar directamente el aceite de árbol de té, sin diluir. Solo lo diluiremos cuando aparezca la costra, y como en casos anteriores lo haremos en un aceite base.

Picaduras

Según el tipo de piel que tengas, las picaduras de insectos como los mosquitos, los tábanos o las avispas te provocarán un daño mayor o menor. Aun así, siempre son molestas. Por eso puedes aplicar directamente el aceite de árbol de té sobre la zona hinchada por la picadura.

Verrugas

Cuando te salga una verruga, aplica unas gotas de aceite de árbol de té antes de acostarte y tápala con un apósito. Lo quitamos cuando nos despertemos, y repetimos la operación cada noche hasta que la verruga desaparezca.

Hongos

Finalmente, tenemos que hablar de las infecciones por hongos, una amenaza que se cierne sobre los asiduos a gimnasios, piscinas públicas y lugares similares, especialmente en los meses de verano. El uso que haremos del aceite de árbol de té en caso de infección por hongos depende de dónde esté localizada la infección. Si se ha producido directamente sobre la piel, podemos aplicar el aceite de árbol de té en la zona a tratar y masajearlo suavemente. En cambio, cuando el problema está en las uñas puedes añadir 15 gotas de este aceite en agua caliente e introducir en ella los dedos.

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