Las hemorroides parecen un tema tabú. Normalmente no es algo de lo que se hable, pero lo cierto es que mucha gente las sufre en silencio. Un estudio del Hospital Universitari Sagrat Cor asegura que al cerca de la mitad de la población padece uno o más de los síntomas más clásicos de las hemorroides entre los que se incluyen el dolor rectal, escozor y sangrado.

Las hemorroides rara vez son peligrosas para nuestra salud, pero sí que son muy molestas y pueden llegar a ser muy dolorosas. Afortunadamente, existen numerosas formas de curar las hemorroides y evitar un dolor que puede llegar a impedir que lleves una vida normal y disfrutes de ciertas actividades cotidianas.

¿Qué son las hemorroides?

En cierto modo, todos tenemos hemorroides ya que son racimos de venas que se encuentran justo debajo de las membranas mucosas que recubren la parte más baja del recto y del ano. Los problemas llegan cuando estas venas se inflaman y se hinchan. Por hacer una comparación más sencilla, es muy similar a lo que  ocurre cuando tenemos varices en las piernas.

Existen varios tipos de hemorroides, en función del lugar donde hagan su aparición:

• Por un lado tenemos las hemorroides internas, que aparecen en la parte inferior del recto. Aunque no son tan dolorosas, su principal síntoma es el sangrado.
• Las hemorroides externas se desarrollan alrededor del ano. Son las más dolorosas porque irritan y agrietan la piel, además de que general picor anal.La gravedad o grado de desarrollo de las hemorroides se mide en una escala que van del I al IV, siendo éste el mayor grado.

Sólo un profesional médico puede diagnosticar en qué grado se encuentran y cuál es el procedimiento a seguir, ya que en ocasiones pueden necesitar de una intervención quirúrgica.

¿Cómo se pueden tratar las hemorroides?

Dependiendo del grado en el que se encuentren, existen diferentes tratamiento para las hemorroides y otros que reducen sus síntomas.

Por ejemplo, muchos de los síntomas de las hemorroides se reducen cambiando ciertos hábitos que harán tu tránsito mejore y tus heces no se deshidraten, por lo que será mucho más sencillo expulsarlas:

• Añade fibra a tu dieta, de esta manera facilitarás el paso de las heces por el ano, por lo que se reduce la presión sobre las hemorroides.
• Haz ejercicio para estimular tu tránsito intestinal.
• Intenta establecer una rutina para ir al baño. Si sientes la necesidad de defecar, no la pares y esperes a que el momento sea más oportuno. Lo que puedes hacer para evitar estos momentos es tratar de establecer una rutina diaria, por ejemplo, después de cenar o desayunar.
• Date pequeños baños de agua templada en las zona afectada, de esta manera aliviarás de forma temporal el dolor y escozor.

Si ninguno de estos remedios caseros te funciona, es hora de buscar un tratamiento para las hemorroides más agresivo, pero también más efectivo.  Los tratamientos quirúrgicos son los más efectivos. Con el paso del de los años han surgido nuevas técnicas menos invasivas. Entre ellos destaca, por ejemplo, el método THD para tratar las hemorroides permite al paciente recuperar su actividad normal en menos de 48 horas.

Si padeces hemorroides tu médico o especialista puede aconsejarte sobre qué tratamiento es el más eficaz para tu caso en particular. Lo más importante es que sepas que las hemorroides se pueden tratar y que puedes llevar una vida completamente normal.